Quizá ya lo sepas; el alter ego es una muestra clara de debilidad.
La persona egocéntrica necesita atraer la atención, la requiere constantemente y se convierte para ella en una necesidad. Todo vale, ya que estos individuos buscan satisfacer sus emociones, que les «doren la píldora», que les halaguen sin cesar para sentirse importantes, a la vez que ellos siguen menospreciando a los demás. Necesitan ser el centro de atención en todo momento. Estos sujetos buscan sin ningún freno nuevos y variados estímulos que satisfagan sus deseos y aspiraciones. Tienen sed de nuevas vivencias, de nuevos ambientes, de nuevos contextos. Por eso, la dependencia de estos estados les provoca llanto y sufrimiento. Llegan a padecer una emocionalidad exagerada de catarsis, enfados desmedidos, siempre quieren más, sin sentirse satisfechos nunca. Estas personas transmiten una evidente inseguridad, y en casos extremos, pueden convertirse en déspotas, en dictadores, en manipuladores, acometiendo decisiones dudosas, erróneas, peligrosas e imprudentes.
Metafóricamente hablando, no se dan cuenta de que es una tapadera para ocultar sus debilidades. Es relevante que aprendas a identificar tu rostro egocéntrico y vayas tomando conciencia de estas respuestas inconscientes y automáticas que te dominan para corregir esas desviaciones negativas. Recuerda, humildad!
Ejemplo:
Muchas veces después de haber realizado un gran trabajo, obtenido una victoria o bien la consecución de un objetivo, lógicamente te sientes mejor. Notas cómo crece dentro de ti una sensación inmensa. Es bueno que esto te ocurra y constituye un estímulo para tu motivación, para tu estado anímico, tu autoestima.
Gracias a la Profemocionalidad, esas victorias serán constantes y te invadirá un estado de grandeza, de haber realizado logros sobrehumanos. Esto a tu ego le encanta.
Repito: Humildad.
Tu trabajo ha sido realizado de manera óptima, con esmero, y has alcanzado el estado deseado. Es tu evolución, amigo. C’ est la vie! Evolucionar, crecer, mejorar, madurar, son principios vitales que forman parte del ciclo de la vida. Tan sencillo como esto. Es el curso de la vida misma.
Cosa que lo iras viendo en la quinta parte de las 5 claves del BEP. Tus secretos.
«Nadie que confía en sí, envidia la virtud del otro».Cicerón
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